miércoles, 24 de abril de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO 28-ABRIL-2013


DOMINGO A DOMINGO

CON EL PÁRROCO DE VIRGEN DEL ALBA

5º Domingo de Pascua - Ciclo C (28-4-2013)

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (13,31-33a.34-35):

Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús: «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en si mismo: pronto lo glorificará. 

Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Os doy un mandamiento nuevo: 

Que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. 

 La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros.»

 Palabra del Señor



La primera lectura nos habla de la apertura de la fe a los gentiles, concretamente a Antioquía donde, por primera vez, empezaron a llamarse cristianos. Hasta entonces eran conocidos como: "Los del Camino".

El evangelio de hoy nos habla del testamento y de la tarea, "misión", que nos dejó Jesus: "Qué os améis los unos a los otros". "Por el amor que os tengáis reconocerán que sois mis discípulos". Así pasaba en las primeras comunidades cristianas, por el amor eran reconocidas: "Mira como se aman". Así se ha pensado en la Iglesia a lo largo de la historia, con palabras de San Juan de la Cruz:"Al final de la vida se os examinará de amor".

Amar no es sentimentalismo.Obras son amores: Tuve hambre y...Tuve sed y... Estaba enfermo y...Jesús nos hizo ver que amar es servir, hacer del centro de atención al más vulnerable. 

Cuando los discípulos disputaban sobre el poder puso en medio de ellos un niño diciendo...Si no os hacéis como niños, ellos son los primeros, los importantes y, cuando Jesús quiso dar la prueba de amor lavó los pies de sus discípulos recomendándoles hacer lo mismo, extendiendo ese amor y servicio hasta a los enemigos:"Perdónales que no saben lo que hacen".

En este tiempo donde nos separan tanto las ideas, las creencias, las filosofías, las posturas hace falta releer, si queremos que todo cambie, el testamento y la misión que nos dejó Jesús:"Qué os améis los unos a los otros".

¡Buen Domingo!

Gervasio Ruiz. S.V.D




jueves, 18 de abril de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO 21-ABRIL-2013


DOMINGO A DOMINGO
CON EL PÁRROCO DE VIRGEN DEL ALBA


4º Domingo de Pascua - Ciclo C (21-4-2013)

Evangelio


Lectura del santo evangelio según san Juan (10,27-30):


En aquel tiempo, dijo Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. 

Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.»

Palabra del Señor

En este Domingo se lee el texto del Evangelio que presenta a Jesús como el Buen Pastor. 

Los profetas de Israel habían usado muchas veces la comparación del pastor y el rebaño para hablar de los guías y responsables del pueblo. Generalmente usaban esta comparación para denunciar los abusos... Este lenguaje lo entendía perfectamente la primitiva comunidad, de ahí que, una de las primeras representaciones con que el arte cristiano representó a Jesus fue bajo la figura del Buen Pastor. Jesús con un corderito sobre los hombros.
Jesús es el Buen Pastor porque ama y sirve desinteresadamente. Jesús cuida de cada uno de nosotros como el pastor de sus ovejas. Somos cuidados por Dios y, de sea experiecia, brota la vocación personal para convertirnos también nosotros en cuidadores unos de otros.
El Evangelio dice que las ovejas escuchan a Jesús y le siguen. Escuchar y seguir a Jesús es mucho más que saber de Él, es confiar y seguirle donde Él vaya, donde Él nos lleve. En Él vemos y creemos, somos amigos de Jesús. Ser amigo de Jesús implica fidelidad porque, cuando se ama no se abandona.
Somos su pueblo y ovejas que Él apacienta. En esa comunidad sólo Él es el jefe, los demás, somos hermanos.
En este Domingo del Buen Pastor, la Iglesia nos recomienda que recemos, especialmente por vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa. Pidamos por pastores que, como dice el Papa Francisco, sean pastores con olor a oveja. Sacerdotes, religiosos en medio del pueblo, con el pueblo y por el pueblo.


Gervasio Ruiz. S.V.D


viernes, 12 de abril de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO 14-ABRIL-2013



DOMINGO A DOMINGO
CON EL PÁRROCO DE VIRGEN DEL ALBA


3er. Domingo de Pascua - Ciclo C (14-4-2013)

Evangelio



Lectura del santo evangelio según san Juan (21,1-19):


En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. 

Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar.» 

Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo.» 

Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. 
Jesús les dice: «Muchachos, 
¿tenéis pescado?» 

Ellos contestaron: «No.» 
Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.» 
La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: «Es el Señor.» 
Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. 
Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger.» 
Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. 
Jesús les dice: «Vamos, almorzad.» 
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos. 
Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?» 
Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» 
Jesús le dice: «Apacienta mis corderos.» 
Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» 
Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» 
Él le dice: «Pastorea mis ovejas.» 
Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?» 
Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.» 
Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.» Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. 
Dicho esto, añadió: «Sígueme.»

Palabra del Señor



Cada domingo del ciclo Pascual hay que verlo como una etapa hacia la meta, que es Pentecostés. 

El primer Domingo el tema era el ver ( "vieron"); el segundo Domingo el tema era la Fe ("creyeron"); hoy, tercer Domingo de Pascua el tema es ("reconocerlo en la normalidad del cada día y aceptar su encargo = apacienta mis ovejas").
El evangelio nos presenta a los apóstoles que, tras la muerte de Cristo, superado el miedo,(después de estar encerrados en el cénaculo por temor...),  vuelven a la tarea diaria, a lo que sabían hacer, la pesca. La comunidad está dividida, no están todos y, aunque son pescadores profesionales no tienen éxito. Solo escuchando a Jesús son capaces de una pesca generosa, 153 peces, las especies conocidas en aquel tiempo. 

Esto significa que en la red, (la Iglesia),  caben todos y que, para llevar la tarea adelante hace falta la colaboración,  (llamaron a los que estaban en la otra barca y juntos...)
El evangelio nos narra el encargo, por parte de Cristo, a Pedro de que presida, "apaciente", la comunidad.

Previamente al encargo le pregunta por tres veces, recordándole las negaciones, (antes de que el gallo cante me habrás negado tres veces), si le ama. Ante este amor incondicional Jesús le perdona y le devuelve la confianza porque, para servir, hace falta saber amar. 

Con este mandato : "apacienta mis ovejas y corderos", Jesús nos hace ver que las ovejas no pertenecen a Pedro, sino a Dios.
Pidamos al Señor que nos ayude a reconocerlo en la vida normal, (Santa Teresa decía que Dios estaba entre los pucheros), y seamos capaces de decirle que estamos a su servicio.

Gervasio Ruiz. S.V.D





jueves, 4 de abril de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO 7-ABRIL-2013


DOMINGO A DOMINGO
CON EL PÁRROCO DE VIRGEN DEL ALBA


2º Domingo de Pascua - Ciclo C (7-4-2013)

Evangelio

Lectura del santo evangelio según San Juan (20,19-31):


Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos.
Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.»
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.
Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados! quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»
Evangelio 7 abril 2013 bn (2)Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.»
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros.»
Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.»
Contestó Tomás: «¡Señor Mío y Dios Mío!»
Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.»
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo tengáis vida en su nombre.

Palabra del Señor



Las lecturas de hoy nos ponen frente al problema de la fe. Problema reflejado en el estar encerrados, por miedo, de la primera comunidad y, por otra parte, la incredulidad de Tomás que, alejado de la comunidad, no tuvo la experiencia del encuentro con el resucitado.

Vivir encerrado es símbolo del miedo, del no ser capaces de enfrentarnos con lo nuevo, de quemar, como Hernán Cortes las naves....Debemos hacer como hizo simbólicamente  el Bueno de Juan XXIII al iniciar el Concilio, abrir las ventanas del pasado, del Antiguo Testamento, para que entre el aire de la renovación, de lo nuevo.

En Tomás, la sociedad moderna, se siente representada: "Si no veo, si no entra en mi razón, no creo". Por otra parte en Tomás se ve representada el hombre moderno, individualista, que no necesita, aparentemente del otro. Al alejarse de la comunidad, del grupo, Tomás no tiene la experiencia del grupo de encontrarse con el Resucitado. 

La experiencia del valor de la comunidad se nota en la importancia quela primitiva comunidad daba al domingo, a la vez, el valor del Testimonio. Creer por lo que otros han experienciado. Vivir de forma que, a través de mi testimonio, otros puedan creer.

Gervasio Ruiz. S.V.D