miércoles, 10 de octubre de 2012

EVANGELIO DEL DOMINGO 14-OCTUBRE-2012

DOMINGO A DOMINGO
CON EL PARROCO DE VIRGEN DEL ALBA

Domingo 28º del Tiempo Ordinario - Ciclo B

 

Evangelio

 

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos (10,17-30):

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?»
Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.»
Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.»
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego síguerne.»
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!»
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.»
Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?»
Jesús se les quedó mirando. y les dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.»
Pedro se puso a decirle: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.»
Jesús dijo: «Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones, y en la edad futura, vida eterna.»
Palabra del Señor


             En el Evangelio de hoy vemos lo que la Fe nos ofrece:”Vida eterna”

            Cuando estamos administrando el Sacramento del Bautismo, si es un bautizando adulto o ,en su lugar si es niño, el sacerdote pregunta a los padres y padrinos: ¿Qué pedís a la Iglesia de Dios? Y, la respuesta es:”La Fe”. El sacerdote sigue preguntando: Y, ¿Qué te da la Fe?, y los padres y padrinos responden: “La vida eterna”.
            Fe y vida eterna es el tema de este domingo y, a la vez, es el comienzo del año de la Fe. Es lógico que todo año es año de Fe, que no podemos vivir un día sin Fe, pero el Papa Benedicto XVI ha hecho esta designación con motivo de la conmemoración del cincuenta aniversario del Concilio Vaticano II.

            Es también por lo que, con éste motivo, recordando los cincuenta años del Vaticano II nos honró éste verano visitando nuestra casa, la casa de los misioneros del Verbo Divino que tenemos en Nemi (Italia). En esta casa, siendo Benedicto XVI joven teólogo, formaba parte de la Comisión que redactó el documento sobre las misiones titulado: “Ad Gentes” y él quiso visitar, agradecido, a nuestros Capitulares reunidos en Consejo para elegir nuevo Superior General, queriendo recordar esos tiempos y agradecer lo hospitalarios que habíamos sido.

            El Evangelio de hoy nos muestra a una buena persona, Cristo mismo lo admiró. Es una buena persona pero quiere algo más. Es rico, lo tiene todo resuelto pero no estaba satisfecho, por eso se atreve a preguntar: ¿Qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?. Jesús lo remite a las relaciones humanas: “No hagas mal a nadie”. Eso lo he hecho siempre pero… ¿y que más?).

            Es bueno pero estaba apegado a las riquezas. Vivir pegado al dinero provoca todas las angustias, en tiempos de crisis y siempre y, hasta en el amor.

Dejarlo todo significa vivir. La vida no se nos da para hacer dinero; tener éxito, lograr un bienestar personal, sino para hacernos hermanos. No basta con conformarse con los mínimos: “cumplo la ley, cumplo las normas morales”. No basta con ser buenos, se trata de hacer el bien. Lo mismo las personas, que las comunidades, que los países.

            Termino citando a Pablo VI: “Hay que decirlo una vez más: lo superfluo de los países ricos debe servir a los países pobres. La regla, que antiguamente valía a favor de los más cercanos, debe aplicarse hoy a la totalidad de las necesidades del mundo. Los ricos, por otra parte, serán los primeros beneficiados de ello. Si no, su prolongada avaricia no hará más que suscitar el juicio de Dios y la cólera de los pobres, con imprevisible consecuencias”.

Dejarlo todo  significa vivir. ¡Qué vivas!

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario