DOMINGO A DOMINGO
CON EL
PÁRROCO DE VIRGEN DEL ALBA
2º Domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo C (20-1-2013)
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan
(2,1-11):
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús
estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: «No
les queda vino.»
Jesús le contestó: «Mujer, déjame, todavía no ha
llegado mi hora.»
Su madre dijo a los sirvientes: «Haced lo que él
diga.»
Había allí colocadas seis tinajas de piedra,
para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dijo: «Llenad las tinajas de agua.» Y
las llenaron hasta arriba.
Entonces les mandó: «Sacad ahora y llevádselo al
mayordomo.»
Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua
convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues
habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: «Todo el mundo
pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio,
has guardado el vino bueno hasta ahora.»
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus
signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él.
Palabra del Señor
Comenzamos la segunda semana del tiempo
litúrgico ordinario (el tiempo litúrgico ordinario dura unas 30 semanas).
En
este segundo domingo aún se notan reminiscencias de las fiestas pasadas
navideñas. Celebramos la manifestación de Jesús (Epifanía) en la Adoración de
los Magos: "Venimos a adorarle". Celebramos una segunda manifestación
(Epifanía) en el Bautismo de Jesús: "Este es mi Hijo
amado...escuchadle". Hoy por tercera vez Jesús se nos revela (Epifanía) en
la boda de Caná de Galilea con signos (milagros) nos revela quién es Él:
"Poderoso en obras y palabras".
San Juan aprovecha, en el contexto de una boda, para hablar de que el
verdadero y definitivo desposorio de Dios con su pueblo se da ahora en la
persona de Jesús.
El Dios de Jesús no se revela en un
templo, rodeado de imponente majestad, ni en la ley escrita en piedra, (diez
mandamientos), seis tinajas de piedra, (seis signo de imperfección), se revela en
un ambiente de alegría y fiesta, en la fiesta humana por excelencia, una boda,
acompañado de amigos y amigas.
En esta boda tiene un papel protagónico María. Ella capta el problema, se
compromete, (no queda como simple observadora o lamentándose), invita a los
discípulos a colaborar haciendo lo que Él, (su Hijo), les diga.
Que con María
y los discípulos, haciendo caso a lo que Jesús nos diga, podamos cambiar las
lágrimas del sufrimiento y dolor de tanta gente en el vino de la fiesta y la
alegría".
Gervasio Ruiz. S.V.D
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