jueves, 12 de diciembre de 2013

EVANGELIO DEL DOMINGO 15-DICIEMBRE-2013

DOMINGO A DOMINGO

CON EL PÁRROCO DE VIRGEN DEL ALBA

3er. Domingo de Adviento - Ciclo A (15-12-2013)

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,2-11):
03 DOMINGO ADVIENTO JUAN BAUTISTA COLOREn aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»
Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!»
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: “Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti.” Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.»

Palabra del Señor

Las vestiduras de este domingo en vez de moradas son de color rosado, signo de que el sufrimiento y la penitencia van disminuyendo. Los tiempos malos van a pasar. 

 "Gaudete" significa "alégrate". Las lecturas nos invitan a estar alegres: "Estad siempre alegres, os lo repito, estad alegres".

El salmista, a su vez, nos invita a alabar con alegría a un Dios, que es fiel a su Palabra. 

Esta fidelidad se concreta en su predilección por los desfavorecidos y oprimidos y, en esa fidelidad, está el fundamento de nuestra esperanza y nuestra alegría. "Estad alegres en la espera, no aflojéis, porque el Señor viene. "Dios viene en persona y les salvará" (Is 35,1-4).

El Señor viene, pero de una forma inesperada, desconcertante. Como a Juan Bautista,  la actitud de Jesús nos deja desconcertados. Como Él, nosotros esperamos un Mesías que estirpe del mundo el pecado imponiendo el juicio riguroso de Dios y, por el contrario, nos viene un Mesías que cura heridas y alivia sufrimientos. Un Mesías que habla con autoridad, no con definiciones. Decidle a Juan: "Los ciegos ven y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia..."
Y es que solo celebraremos la Navidad si robustecemos a los débiles. Este mundo solo se arregla con bondad y misericordia.

Gervasio Ruiz. S.V.D

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